Higo paso turco granel extra

El higo paso, o seco, es dulce, jugoso y nutritivo para la vida de nuestro cuerpo. 

El higo seco es uno de esos frutos emblemáticos de la cuenca mediterránea, y que podemos reconocer en nuestras vidas. La frutería El Vergel Cántabro conoce bien este producto, ya que la familia de uno de sus encargados de compra es del Jerte, zona de amplia tradición en este producto.

Básicamente, en el higo seco podemos distinguir dos grupos. Unos son los que se presentan grandes y aplastados, llamados tipo turcos o malagueños. Estos higos secos pueden ser de color gris violeta o pardo, y con pulpa amarillenta, jugosa y viscosa. Los higos secos de Esmirna en Turquía y los malagueños, fueron siempre los más apreciados.

Los higos secos más pequeños, son generalmente conocidos por su procedencia extremeña, sobre todo de la Vera y el Jerte. Dentro de ellos podemos distinguir tres variedades más comercializadas: el Pajarero, también conocido como higo “calabacita”, ya que es de piel fina y suave, con un delicado sabor dulce natural, que concentra una agradable melosidad en su pequeño tamaño. El Pezón Largo era el higo que las familias guardaban para su uso propio, y el higo de Cuello de Dama, hoy es quizás el más apreciado al ser de mayor tamaño que los dos anteriores, y por mantener el sabor dulce y la textura jugosa que tanto se aprecia.

La manera de conseguir este espléndido producto tradicional ha cambiado por la presión de lo que llamamos productividad. Vamos a señalar algunos de los elementos de la manera clásica que sin duda alguna se volverán a recuperar en gran medida, y donde las pequeñas producciones no lo han perdido. Estos higos, una vez madurados, se secan al sol por sí mismos en el propio árbol. Posteriormente, se recolectan cada día directamente de la planta o una vez caídos al suelo. Se continúa con la selección de modo manual, escogiendo sólo la fruta de mejor calidad. El resto que tenga deterioro, por ejemplo, de picoteo de pájaro, se le da al ganado. Por último, se lavan, se harinan levemente y se preparar para la distribución.

El higo seco contiene una mayor concentración de contenidos nutritivos respecto al higo fresco. Ello es debido a la perdida de líquidos, al pasar la cantidad de agua del 80% en fresco al 30% en seco.

La mayor riqueza alimenticia de los higos es en hidratos de carbono, el cual cuadruplica la cantidad del higo seco, con una proporción alta de azúcares simples que proporcionan energía rápida, idónea para el deporte. La realidad dice que el higo no tiene más calorías que el plátano o la uva, pero si consigue saciar, lo que le permite estar indicado en dietas de adelgazamiento.

El higo es la fruta con mayor cantidad de fibra, incluso superando a la ciruela. La fibra tiene la capacidad de fijar sustancias como ácidos biliares o colesterol, de tal manera que disminuye o retrasa su absorción. Esta habilidad es particularmente interesante para las personas con colesterol elevado, pues al formarse geles viscosos entre la fibra soluble y el colesterol, se expulsan en gran parte junto con las heces. Los higos son un buen instrumento para poder combatir el estreñimiento y la atonía intestinal. No olvidar que la fibra realiza una función protectora frente al cáncer de colon, ya que impide o disminuye el tiempo de contacto de sustancias cancerígenas con la mucosa del intestino grueso.

En cuanto a las vitaminas que disponen los higos frescos y secos, destacar la vitamina K, y también en los higos frescos varias del grupo B, como B1, B5 y B6.

En cuanto a los minerales los higos aportan una gran cantidad. El potasio es el mineral más abundante, y su contenido elevado en potasio y bajo en sodio, resultan recomendables para aquellas personas que sufren hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. Posee una gran cantidad de calcio, posiblemente más que la leche, pues es la fruta más abundante en este rico mineral.

El Magnesio permite asegurar la fijación del calcio y ayuda al equilibrio del sistema nervioso, al igual que el fósforo que aporta es la proporción idónea para el equilibrio mineral del esqueleto y para mantener los huesos en plena forma. El Hierro que contiene es significativo para las necesidades diarias del ser humano, así como contiene cantidades de Manganeso.

A modo de resumen significativo de sus propiedades: apoya una buena salud cardiovascular, posibilita controlar el peso gracias a su capacidad de saciar, permite regularizar el tránsito intestinal, de manera singular si hay estreñimiento, un sorprendente aliado de los fumadores y los que padecen estrés, gracias a su capacidad para proteger el organismo con su beneficiosa acción antioxidante. Pero cuidado los que sufren diarreas, ya que es peligroso en esta ocasión.

El higo se ha extendido y se ha convertido en un alimento tradicional en las culturas que han vivido en la cuenca mediterránea. Ha ido posando una amplia experiencia de remedios caseros o recetas de la abuela. Algunos son:

Para las Anginas: se cortan 4 o 5 higos secos en trozos pequeños. Se hierven 15 minutos en agua. Se cuelan, se añade miel y limón, y se hacen gárgaras varias veces al día.

Para el Catarro y problemas respiratorios: se hierven 25 g de higos secos y troceados en 250 ml de leche, a fuego lento durante 30 minutos. Se cuela, apretando bien la carne, y se toma caliente varias veces al día y antes de acostarse.

Para las hemorroides: se pulverizan dos higos secos y se mezclan con miel y harina de trigo hasta obtener una masa. Se aplica en la zona afectada a modo de pomada.

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