El Almendro es el árbol del fruto seco más cultivado en el mundo, así como sus grasas, nada saturadas, su mayor tesoro.
La tradición de consumir frutos secos al natural, sin tuestes, posiblemente está determinado por las variedades de frutos secos de la zona donde se vive, como nueces, avellanas o castañas. La frutería El Vergel Cántabro mantiene la apuesta por las almendras crudas, naturales, aseguradas por la cascara natural que poseen.
España ha sido durante muchos años el segundo productor del mundo después de USA en estos pequeños frutos secos tan saludables, aunque el origen del árbol del almendro se sitúa en Oriente Medio.
La historia de la península Ibérica ha permitido que muchas regiones españolas hayan conservado e incrementado la maestría culinaria con la almendra, herencia de los pueblos árabes y judíos. Para la cocina ofrece su delicioso sabor a recetas tanto dulces como saladas. Las posibilidades de la almendra son tan grandes que no resulta extraño que el almendro sea el árbol de fruto seco más cultivado en el mundo.
Parte de los nutrientes o de las propiedades saludables de la almendra se pierden si se tuesta o somete a cualquier tratamiento con calor.
Una de los minerales que hace destacar a las almendras es su alto contenido de magnesio. Este mineral está involucrado en más de 300 procesos orgánicos, incluyendo el control de la azúcar en sangre. El hierro, el calcio, el fósforo y el manganeso son otros elementos significativos que aporta la almendra en cantidades nada desdeñables.
Sus grasas son las principales responsables de su elevado aporte calórico, pero constituyen su mayor tesoro, entre otros, para las arterias. Al ser mayoritariamente monoinsaturadas ayudan a proteger la salud del corazón. Este fruto también es un suministro de dosis significativas de la antioxidante vitamina E, lo que ayuda a regular el colesterol y fortalece los huesos.
Vamos a terminar señalando que la almendra posee una cantidad notable de fibra, ideal para estimular los movimientos intestinales y conferir sensación de saciedad. Las proteínas que guarda son en cantidades similares a la carne lo que la hace tan apreciada en las dietas vegetarianas.
