La cebolla roja de Cantabria es reconocida y apreciada por su alta calidad proveniente de pequeñas y medianas producciones artesanales. No incluimos la de Liébana o Bedoya más delicada y considerada aparte.
Hablamos de cebollas rojas de piel fina, de color violeta claro u oscuro, de formas avaladas y planas, de tamaños diversos, que tienen buena capacidad de conservación por ser menos delicadas. Provienen de zonas como Lamadrid (Valdáliga), Carandía (Renedo), Liaño (en Villaescusa) o Bielva y Arnero. Todos estos grandes productos provocan la alta calidad de los platos populares de la región.